Por Ramón Arizmendi Casas y Gabriela Ruíz Luna
Luego de cinco años de estira y afloja entre la comunidad ciclista, la Secretaría de Movilidad y el Instituto Nacional de Antropología, por fin se inauguró un sendero compartido entre peatones y ciclistas en Av. Paseo de la Reforma, que va de Lieja a la Fuente de Petróleos.
Desde hace casi 10 años se sugirió la creación de un espacio seguro para pedalear por ese tramo de Reforma, pues aquí confluyen diferentes modos de transporte, como autos particulares y transporte público, principalmente.
Es por ello que la competencia por el espacio es feroz en este tramo de Paseo de la Reforma.
Y fue en 2015 tras la muerte de Monserrat Paredes, que colectivos ciclistas, liderados por Bicitekas AC, reclamaron al gobierno de la capital, entonces encabezado por Miguel Ángel Mancera, la creación de un espacio seguro para transitar en bici por este tramo de la vía.
Tras años de negociaciones, por fin el INAH autorizó un proyecto de modificación del paseo en el camellón central de Reforma, que permitiera la circulación de peatones y ciclistas sin modificar la forma que actualmente tiene dicho paseo. Para tal efecto, las 14 esculturas, de entre las que destaca “Las Alas de México” de Jorge Marín, fueron reubicadas.
CÓMO ES
El sendero de 3.2 km comienza en la calle de Lieja y finaliza en la Fuente de Petróleos. Las especificaciones de la intervención fueron aprobadas por el INAH y debían cumplir con dos cuestiones: tener una superficie drenante y una gama de colores que es parte de la preservación de la zona histórica que representa Paseo de la Reforma.
El camino de tierra fue sustituido por una red plástica de unos 10 cm de profundidad, rellena de grava; también se modificaron los cruces viales y se añadieron semáforos para peatones y ciclistas. El proyecto tuvo un costo de 19.11 millones de pesos.
Donde inicia el sendero, a la altura de Lieja, no existía una manera segura y directa de cruzar Paseo de la Reforma para llegar directamente a la colonia Anzures, hoy cuenta con un paso peatonal desde donde las personas a pie pueden cruzar la avenida y los ciclistas incorporarse al Sendero Compartido.
En el otro extremo, en la Fuente de Petróleos, por fin se conectan la ciclovía de Ferrocarril de Cuernavaca con Paseo de la Reforma con cruces apropiados y directos.
CÓMO SE RUEDA
Aunque tiene cierta inclinación natural este tramo de Paseo de la Reforma, la estructura del sendero no deja que las llantas de la bicicleta aceleren por la gravedad, sino que mantiene la velocidad. Aunque de subida se siente un poco pesada, se puede resolver bajando un cambio.
En los cruces con semáforo, es necesario educar a los automovilistas para que no se queden en medio del paso peatonal, que está perfectamente señalado.
Sin duda es mucho más fácil rodar por ahí de subida a Bosques, que por abajo, compartiendo carril con camiones y autos con prisa. Sin duda pedalear en medio del tramo más bonito de Paseo de la Reforma, rodeado por flores y seguros, es mucho mejor que lo que teníamos antes.
