Desde el pasado 1 de junio que se instaló la ciclovía emergente en Avenida Insurgentes, con el objetivo de promover la movilidad activa y evitar la saturación en el transporte público ante la crisis sanitaria por el virus SARS-CoV2.
De acuerdo con cifras proporcionadas por la Secretaría de Movilidad, se ha registrado un crecimiento notable de ciclistas en esta vialidad, anteriormente se contaba con una afluencia de mil 996 personas que transitaban en bicicleta y ahora son 7 mil, lo que representa un incremento del 250%.
Sin embargo, estos datos no fueron suficientes para que el congreso local aprobara el presupuesto mínimo necesario para realizar 54 km de ciclovías emergentes sobre Insurgentes y Eje 4 en una realidad permanente.
Semovi declaró que las ciclovías estarán ahí hasta que el semáforo epidemiológico esté en verde, lo que nos deja claro que existe una posibilidad de perder esos espacios ya ganados.
Mientras que la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, sólo comentó: “pronto presentaremos todo lo que tiene que ver con ciclovías, con obras de magnitud, ya lo vamos a presentar”.
Debido al incremento registrado en las diversas ciclovías es claro que deben ser permanentes. Con esto sumaríamos 54 km de ciclovías permanentes y buscará agregar la bicicleta a la movilidad integrada a través de dos acciones principales: implementar biciestacionamientos masivos o semimasivos en la ciudad, y expansión y renovación del Ecobici.
Con este duro golpe debajo del cinturón por parte del Congreso de la Ciudad de México, se estima que todos estos planes se realicen satisfactoriamente hasta 2024.
Por extraño que suene, gracias a la pandemia, la bicicleta se ha convertido en un medio de transporte alternativo y fuente de trabajo, por eso se debe invertir en un sistema de movilidad sustentable y modernización de rutas para beneficio de todos.
¿Estás de acuerdo con esta alternativa?, ¿crees que ha llegado el momento de cambiar la ciudad?
Nos vemos por ahí, rodando.