Siempre visible: las luces en la bicicleta

Usar luces puede ser el primer acto de seguridad que podemos implementar en nuestra bicicleta. Pero es sabido que, como son consideradas un accesorio y no una parte mecánica, no se les da la importancia que deberían tener.

Usar luces es el primer acto de seguridad que podemos implementar al andar en bici. Ser visto por las noches es tan importante como ser visto de día.

Por Óscar Martínez Corona

Pero es sabido que, como son consideradas un accesorio y no una parte mecánica, no se les da la importancia que deberían tener.

En muchos países portarlas es obligatorio y de vital importancia para quien usa la bicicleta como modo de transporte.

El Reglamento de Tránsito de Ciudad de México indica que en horarios nocturnos las personas en bicicleta deben portar aditamentos luminosos y bandas reflejantes, y que la bici debe contar con luces delantera y trasera.

Con estas reglas nos indican que las luces son importantes para hacernos visibles ante los demás vehículos y peatones en condiciones de poca luz.

 

 

Pero, ¿qué características deben tener estas luces y dónde deben ser colocadas?

Cualidades

Las luces en la parte delantera deben ser blancas o amarillas, pues el color indica la dirección de un vehículo enfrente.

Si las luces son rojas, el vehículo va en nuestro sentido. Si son blancas, el vehículo viene en dirección opuesta a la nuestra.

Características

Delanteras

Principalmente hay dos factores a tomar en cuenta: intensidad y alcance. La intensidad es la cantidad de luz que arroja el foco, y el alcance es la distancia a donde llega el haz de luz.

  • Las luces delanteras deben estar colocadas a una altura adecuada, para evitar que deslumbren a otros vehículos
  • Deben ser fijas y no parpadeantes
  • La intensidad va en función del gusto y necesidad del ciclista.

Traseras

  • Deben estar colocadas en una parte que permitan su visibilidad, debajo del sillín es el lugar más común.
  • No deben ser de una luminosidad intensa pero sí alta.
  • Su principal función es que el ciclista sea visto con antelación.
  • Pueden ser de intermitentes.

Tipo de luces

En el mercado existen gran variedad de luces de diferentes luminosidades y alcance.

En general podríamos dividirlas en tres grupos: las luces que solo nos hacen visibles, luces para ver y ser visto en ciudad, y las luces para alumbrar el camino, regularmente usadas en ciclismo de montaña.

Baja intensidad

50-200 lúmens

Si soy un usuario que solo me interesa hacerme visible pues no suelo rodar en condiciones de poca luz, una luz de baja intensidad puede ser la solución. Hay opciones con carga por USB.

Mediana intensidad

201-999 lúmens

Este tipo de luces son muy útiles en ciudad debido a que nos permiten rodar en circunstancias de poca o mediana iluminación y ser muy visibles. La luz delantera puede alumbrar el camino sobre el que vamos, aunque no con toda la intensidad necesaria.

Alta intensidad

1000+ lúmens

Si circulo por calles poco alumbradas, terrenos boscosos o túneles poco iluminados, las luces de alta intensidad nos permiten un espectro luminoso más amplio e intenso, con lo cual podemos alumbrar el camino por el cual vamos circulando.

Este tipo de luces están indicadas para rodar en montaña, y en condiciones de obscuridad total. Por lo regular se conectan a una batería externa por cable.

Tecnología

Las luces de LED son muy utilizadas hoy en día pues el diodo emisor de luz está considerado una excelente fuente de luz artificial para un dispositivo de iluminación con un bajo consumo de energía.

Su alimentación puede ser de diferentes formas, la ya tradicional de pila removible, que existen de dos tipos: la pila alcalina y la pila de botón (Li-ion). Y la que es recargada mediante un cable USB. Este último ganando adeptos pues nos ahorra la compra periódica de baterías.

Bajo estas premisas y conociendo cómo debe ser una luz para tu bici, no esperes más y alumbra tu camino con un buen par de luces, verás que te darán seguridad y te mantendrán siempre visible en el camino.