El origen del apelativo se debe a un pájaro originario de Los Pirineos, que suele llevar huesos a las alturas y dejarlos caer para que se rompan y poder ingerirlos. El solo escuchar su nombre impone. Así le bautizaron a la marcha que lleva ya muchos años realizándose en España.

Por Óscar Martínez Corona / Fotos: Norma Lyd

A México llegó en 2005 cuando el hermanamiento entre la peña Ciclista Edelweiss y grupo Guepardos hicieron posible la versión para América de esta marcha, que contó con un promedio de 230 ciclistas y llevó por nombre Quebrantahuesos América. 

Para este año, la marcha se anuncio con el nombre de RETO AMÉRICA QHA nombre que llevará en lo subsecuente.

Los ciclistas se dieron cita a las puertas de CONADE y, previas indicaciones por parte de la organización, los aproximadamente 220 participantes arrancaron rumbo al primer puerto del día, Parres, y posterior descenso a Tres Marías, donde se abre el avituallamiento y es aquí donde se dividen la ruta oro y plata, la primera le tocó descender unos kilómetros sobre la carretera libre a Cuernavaca, para entroncar con la vía que sube hacia el puerto de Huitzilac, y la ruta plata afrontaría de manera directa el puerto de Lagunas de Zempoala.

Algunos corredores nos comentan que el puerto de Huitzilac, pese a ser corto, tiene unas rampas más duras que las de Ocoyoacac. Este tramo sería cronometrado y serviría como previo para ascender a coronar ya de manera tranquila el bello puerto de Lagunas de Zempoala, donde el contingente subió a un ritmo por demás tranquilo uniéndose de nuevo con la Ruta Plata. Terminando este duro puerto, en la segunda mitad de su ascensión, se desciende al poblado de Santa Marta en donde se abre un avituallamiento sólido y líquido. Aquí se reitera la instrucción de que la marcha tuvo que ser modificada, pues en el scouting previo el clima fue muy extremo y se decidió suprimir el puerto de Tenango por Malinalco y dirigirse directo a Ocoyoacac, vía Xalatlaco. Con esta premisa y con un clima que se porto benévolo, el pelotón continuó la marcha de manera controlada hasta el poblado cuya toponimia sería “En la nariz del Ocotal”, y donde se enfrentarían al llamado “Muro de los Lamentos”. Un puerto de categoría especial que en sus 11 km tiene un desnivel de 549 m con porcentajes de hasta el 21%, donde con un final en alto se pondría punto final a la versión 2017 del Reto América.

DONDE PRINCIPIAN LOS OCOTES, LOS PINOS Y EL SUFRIMIENTO

Por Fernando García-Chaparro

El clima resultó agradable, el día estuvo fresco y para muchos corredores eso influyó positivamente en su desempeño. Atrás quedaban los más de 100 km recorridos era momento de afrontar el último tramo, la corona de la ruta, pensar en el muro era quedarse corto, ¿en qué nivel de esfuerzo lo visualizas? y tratas de pensar cómo afrontarlo y no logras dimensionarlo. Planear una estrategia puede ser que no funcione, solo al llegar uno se da cuenta cómo llega, qué tan cansado y qué tanto le queda a uno por dar. La relación ayuda mucho un 50-34 y cassette 11-28.

Los punteros avanzan, atacan y se decide esperar voy muy retrasado y decido dar todo. Voy reconociendo gente, pero la concentración me ocupa. La primera rampa no es tan pesada. En los tramos duros me pongo de pie y cuando suavizan me siento, y así lo voy solventando metro a metro; vas superando rivales, paso a muchos en el último tramo… Faltando unos metros logro escuchar que la gente apoya a un oriundo del pueblo, ataca y a los pocos metros se funde. Mantengo el ritmo y lo supero. Veo el arco de meta, esa postal fantástica que solo dimensionas cuando la vives, llego a la rueda de Rodrigo Chica, avanzo unos metros tras de él; le advierten que lo voy a sprintar, inicio el ataque: nos lanzamos pero el músculo ya no da más, llego a meta satisfecho. Lugar 18 general, dorsal 249, Fernando García Chaparro.

RESULTADOS

Ruta Oro

En la ruta Oro el primer lugar fue para Antonio Escárcega Salazar, con el dorsal 230, que cronometró un tiempo de 15’49” en el primer puerto y 37’26” en el segundo.

Ruta Plata

En la ruta plata el lugar de honor fue para Marco González, con el dorsal 23, cronometrando un tiempo de ascensión al puerto de Ocoyoacac de 23’26”

Podemos encontrar la lista completa en la página de Grupo Ciclodeportivo Guepardos www.guepardos.org