¿Por qué la gente no obedece las leyes cuando va en bici? (I)

¿Por qué la gente no obedece las leyes cuando va en bici? (I)

Washington D.C., sábado por la noche. El viento gélido zarandea a un ciclista que, ansioso por llegar a su casa, se salta un semáforo en rojo. Un par de manzanas más adelante un policía le para. “¿No te acabas de saltar un semáforo en la última intersección?”, le espeta el agente. “Las bicicletas son un vehículo y si un semáforo está en rojo tienes que parar y esperar al verde. Exactamente igual que los coches”, continua el policía.

Por Pablo León/El País (www.elpais.com)

El ciclista era Chris Ziemann del instituto para el transporte y la política de desarrollo de la capital estadounidense. Mientras el agente le amonestaba, Ziemann, con mirada ausente, estaba disfrutando del calor que emanaba del coche patrulla. Tanto que, llegado un momento de la conversación, no entendía nada de lo que le decían. En realidad el ciclista tampoco podía argumentar nada, el agente tenía razón. La ley, en EE UU o en España, lo dice bien claro: la bici se considera un vehículo. Así es y no hay más que decir. La verdad es que las bicis no son vehículos reales. No son coches, no son motos. Mucho separa a las bicis de los coches y eso hace a los ciclistas muy diferentes de los conductores.

Tras su incidente, Ziemann escribió un artículo, traducido a continuación, explicando las razones que le habían llevado a infringir la ley:

La bicis no tienen calefacción, esa podría haber sido la explicación a mis prisas del sábado y, quizás, a la falta de simpatía de nuestro caldeado amigo con la placa. Las bicicletas no ofrecen la misma protección que un coche por lo que los ciclistas se comportan diferente. Son más pequeñas que los automóviles; son más delgadas; pesan menos y necesitan menos espacio en la calzada. Los carriles bici miden metro y medio de ancho frente a los tres o cuatro metros de cada uno de los viales para coches. Así las bicis, incluso cuando no tienen un carril específico, pueden escurrirse a través del tráfico en los semáforos.

Otra distinción es que si te atropella una bici puede herirte pero difícilmente matarte. Digo esto completamente en serio porque el semáforo en rojo que me salté fue instalado después de que un peatón fuera arrollado por un conductor que giró en esa intersección. Las bicis no van tan rápidas como los vehículos. La velocidad máxima a pedales en las calles del DC no debe superar las 15-20 kilómetros por hora; en una colina igual algo más rápido. Como la gente circula más despacio, cuando va en bici pueden ver más y reaccionar más rápidamente. Esto hace las bicis más seguras para las demás personas.

Pedalear requiere bastante energía. Exige un esfuerzo llegar a los 15 kilómetro por hora por lo que cuando hay un Stop sin coches en la carretera solo aquellos realmente determinados a obedecer la ley lo hacen. Es lo mismo que un peaton cruzando un semáforo en rojo.

La gente tiene mayor visibilidad cuando va en bici. Pueden ver lo cerca que están de un coche o de un peaton. Son conscientes del espacio que ocupa la bici. Como, además, los ciclistas están más cerca del cruce, no colocados detrás de un armazón, pueden ver el tráfico con sus ojos mucho mejor. Cuando trabajé para District Department of Transportation, una colega me comentaba que los ciclistas no deberían cruzar en rojo. Le dije que, si era seguro, yo lo hacía. Ella me preguntó: “Bien y ¿cómo sabes si es seguro?” Estaba confundido y le dije: “Pues miras a la carretera”. Me llevó un par de días caer en que cuando alguien solo conduce, olvida que es bastante fácil ver si viene un coche. Si los padres se sienten seguros enseñando a sus hijos a mirar a ambos lados de la calzada antes de cruzar, estoy seguro de que yo también puedo.