Apenas empezábamos a ilusionarnos con la idea de tener al primer equipo femenil latinoamericano de nivel mundial y con categoría para participar en las mejores competencias, cuando la ciclista mexicana Giuseppina Grassi, asesora y parte fundamental del proceso de formación y consolidación del equipo, levantó la voz para denunciar al técnico deportivo Walter Ricci Petitoni ante el presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI) Brian Cookson.
Por Jorge Ramírez / FOTOS: Anton Vos
En el escrito fechado el 1 de agosto Giuseppina acusa a Ricci de “misógino y agresivo” y al mismo tiempo pide al máximo organismo del ciclismo internacional, no se le asocie más con la parte administrativa del equipo para que desde ese momento no se le imputen negociaciones que en su momento pudieran realizarse con dolo hacia su persona.
En la carta que Giuseppina Grassi nos permitió, se leen párrafos como el siguiente… “Durante estos meses he tenido varias diferencias con el ya mencionado Walter Ricci Petitoni, debido a sus aspectos de agresividad y misoginia, que demuestran que sólo utiliza al Ciclismo Femenil para sus beneficios personales, lo que lo ha llevado a perder la visión y misión del equipo Estado de México Faren Kuota y con ello tener una condición de enfermiza superioridad, que se ha traducido en expresiones ofensivas, hostiles, intimidatorias, degradantes y humillantes con la cual se ha dirigido hacia mi persona y también hacia mis compañeras ciclistas que forman parte del equipo”.
Además enlistó una serie de insultos hacia las competidoras nacionales hechos por el también director general del equipo Estado de México Faren Kuota, Walter Ricci: comentarios injuriosos y despreciativos de sus capacidades. Críticas desproporcionadas y reprensiones no justificadas como fue el despojo a una de mis compañeras de su bicicleta y su baja del equipo.
Llevar a una joven mexicana menor de edad a Italia para integrarse al equipo Estado de México Faren Kuota y dejarla con una familia italiana y no cumplir con lo que le había dicho en suelo mexicano y regresarla a México por haber intervenido en Consulado de México en Milán, Italia (sic).
EL CASO JIMENA APARICIO
El mismo 1 de agosto pero en Córdoba, Veracruz, Jimena de Aparicio González Carpio Hernández, ciclista de 16 años y ex integrante del Estado de México Faren Kuota, también envió una carta a Brian Cookson para denunciar a Walter Ricci por maltratos y por no cumplir con lo acordado previamente.
Ricci llevaría a Jimena como parte del equipo juvenil que decía el entrenador estaba desarrollando, prometió ante la ciclista Giuseppina Grassi, Giusseppe Grassi, padre de ésta, y los padres de la menor, que le daría al llegar a Italia “todo lo necesario” para que su carrera como amateur se diera de la mejor manera, esto incluía: uniformes del equipo, una bicicleta, casco, lentes, zapatillas y todo lo necesario para poder entrenar y competir.
Traslado a Italia todo pagado, compartir estancia con las competidoras elite, en especial las mexicanas, entrenamiento específico por el señor Giovanni Fidanza, alimentación y hospedaje pagados junto con los traslados a las competencias.
Pero la realidad fue la siguiente: 3 Jerseys, 2 eran del equipo Eurotarget de hace ya varios años (uno de ellos estaba roto) y 1 del equipo Estado de México-Eurotarget; 2 Licras, 1 del equipo Eurotarget y 1 del equipo Estado de México-Eurotarget; 1 Casco marca Limar, 2 Jerseys de manga larga, eran del equipo Eurotarget, ropa de vestir (civil) a nombre del equipo Eurotarget, también de varios años atrás. Una maleta marca Kipsta, la cual no cerraba y estaba en mal estado y 3 pares de calcetas a nombre de Eurotarget-team.
La estancia fue lo peor, la mayor parte del tiempo Jimena de Aparicio fue hospedada en casa de una familia italiana bajo condiciones de presión y humillación contra ella. A tal grado que el mismo Ricci enfureció cuando la deportista llamó a sus padres para enterarlos de la situación y de inmediato contactaron a la embajada mexicana en Milán para pedir su apoyo. Incluso óscar Tadeo Gonzélez, padre de Jimena, le escribió a Ricci recordándole los compromisos no cumplidos, pero evidentemente no tuvo respuesta positiva. Cuando las autoridades italianas contactaron a Walter Ricci éste enfureció y se incrementaron las injurias para la mexicana, a quien llamó poco profesional por lo que sería baja del equipo.
Los últimos días de Jimena de Aparicio en el país europeo estuvieron llenos de insultos, “mencionó que mejor me retirara, que le ahorraría muchos problemas a mi familia y gente que me apoya, que yo no voy a ser nadie en este deporte, que no soy digna de estar en un equipo profesional y mucho menos estar con él como directivo, días antes no me dejaba ni salir a entrenar».